La web y nuestra zona de confort
La tecnología web avanza a gran velocidad. Nuevas API, nuevas funciones, nuevos modelos... Todo nos aleja de nuestra zona de confort y nos hace adentrarnos en nuevos desafíos en los que necesitamos aprender, apostar e invertir tiempo y esfuerzo. ¿De verdad merece la pena?
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Zona de confort (Fotografía por: Dominic Dähncke)[/caption]
El tiempo
Es uno de nuestros mayores enemigos y una de las mejores excusas a la hora de avanzar. Estancarnos en nuestros modelos habituales de trabajo nos da estabilidad. La falta de tiempo para desarrollarnos e investigar hace que la web se pare.
En mi opinión, siempre nos hemos quejado del parón que provocó Internet Explorer en el desarrollo de la web que hoy conocemos. Hoy somos los desarrolladores y los clientes quienes provocamos esa parada.
Con esta reflexión no me refiero a desarrollar cambios grandes en nuestras webs como diseños en 3D o infografías interactivas. Pero si hay pequeños avances que podemos incorporar y sacar partido. Un ejemplo de esto es la geolocalización. Seguro que casi todos tenemos incluida geolocalización en alguna de nuestras webs o aplicaciones. ¿Por qué no hay otras tecnologías?
Lo mismo podríamos utilizar con transiciones CSS3, WebSockets, audio, almacenamiento, acceso offline... Las posibilidades son infinitas, solo necesitamos mirar un poco más allá para encontrar una gran ventaja en el uso de estas tecnologías.
La experiencia del usuario se ve mejorada al utilizar estas tecnologías. Nos acercan a ellos y nos permiten una interacción más directa que la carga de una web y la muestra de contenido.
A continuación dejo una serie de enlaces donde podréis encontrar ejemplos de como utilizar este tipo de tecnologías o experimentos que os dejarán con la boca abierta.